Voluntarios

BARCA MISIONERA DE VOLUNTARIOS 

Ser voluntario en MIBA y remar la barca misionera cambia tu vida. Cada misión es diferente y en cada una de ellas, hay experiencias inolvidables que manifiestan muchos sentimientos. Esos sentimientos, se convierten en lágrimas, que no se pueden evitar caer sobre tus mejillas. El corazón te duele y lo sientes apretado al ver tanta necesidad, y ver que, dentro de esas personas, hay tanta inocencia en el mundo que está allá afuera.

Cada voluntario siente el llamado a ser parte de MIBA, en un solo cuerpo, uniéndose con diferentes ministerios y naciones. El ser voluntario en MIBA, es llamado a ser incluso, aun no siendo de una misma iglesia o ministerio, eres elegido(a) para cantar el canto de Su amor, el himno de Su misericordia y el himno de Su justicia. El Espíritu Santo manifiesta Su Amor en medio de nosotros, y la unidad en el equipo, “𝗦𝗢𝗠𝗢𝗦 𝗠𝗜𝗕𝗔”, es lleno del poder de Dios.

Dios guía a cada voluntario en el camino, y les envía a las personas que les asigna en cada barca misionera. Y les concede la gracia de ser bienvenidos en cada nación, y les da el valor para desarrollar la encomienda asignada.

Cada voluntario experimenta la manifestación de la presencia de Dios, y al invocar el Espíritu Santo, siempre ve la fidelidad de Dios.

Dios elije a hombres y mujeres, para subirse a cada barca misionera con nosotros. Cada uno de los voluntarios, representa un remo, para remar el propósito de Dios, y poder llegar al puerto de destino a cumplir la encomienda de Dios

Todos podemos estar inspirados por el milagro que Jesús realiza, en la historia de cada barca misionera. “Cada misión brinda a todos, la oportunidad de experimentar el amor de Dios cuando compartimos lo que tenemos con los necesitados”.

Trabajar juntos deja grandes enseñanzas. Es increíble cómo pueden cambiar las cosas cuando tenemos la dicha de compartir nuestras labores ministeriales, propósitos, llamados, diseños, talentos y pasión, con personas que trabajan para el mismo Reino de Dios, en un sólo Cuerpo en Jesucristo.

En cada misión estamos UNIDOS PARA EL EVANGELIO. Es maravilloso ver a varios ministerios unirse para llevar el evangelio a las naciones. Juntos, podemos hacer una gran diferencia en la propagación del amor y la verdad de Dios en todo el mundo.

La colaboración de los voluntarios es una muestra poderosa de unidad en la misión compartida de difundir el mensaje de esperanza y redención que se encuentra en el evangelio cristiano.

El versículo citado, Mateo 28:19-20, es conocido como la Gran Comisión. Jesús los comisionó a salir y hacer discípulos a todas las naciones, es decir, invitar a personas de diferentes culturas y lugares a conocer y seguir Sus enseñanzas.

Esta colaboración entre los voluntarios y ministerios, amplifica el impacto del mensaje, ya que, al trabajar juntos, podemos combinar recursos, habilidades y conocimientos para alcanzar a más personas. Además, la unidad entre los ministerios es una poderosa demostración del amor y la paz de Cristo en acción.

Unidos podemos abordar obstáculos y desafíos de manera más efectiva. Juntos, podemos adaptarnos a diferentes culturas, lenguajes y contextos, lo que nos permite conectarnos con personas de diversas comunidades y compartir el mensaje de esperanza y salvación.

Esta unión también puede inspirar a otros a unirse en la causa, formando una red de colaboradores, que trabajan juntos para llevar el mensaje de Cristo a lugares donde aún no ha sido escuchado. En última instancia, este esfuerzo conjunto, se trata de transformar vidas y comunidades a través del amor y la gracia de Dios.

Te animo a ser parte de cada barca misionera, para llevar el evangelio a las naciones de manera unida y amorosa. Cada voluntario le dice que si a 𝗗𝗜𝗢𝗦, a través de 𝗠𝗜𝗕𝗔, y están dispuestos a dar lo mejor de ellos para conquistar lo eterno en cada misión.

Ser voluntario en MIBA, en unidad, inspiramos a otros a ser ministros de unidad y que todos brillamos en Jesucristo. Sabemos que nada de esto posible, sin la presencia de Dios y la ayuda de cada voluntario y ministerio.

Toma la decisión hoy de ser voluntario de MIBA, y remar cada barca misionera junto a nosotros, hasta su destino final. Cada misión se rema por fe en un camino sacrificado y desconocido, pero diseñado por Dios, y con resultados fructíferos y eternos. Escribió por: Karla Ruiz 

Pastores Francisco y Karla Ruiz 
Fundadores